María Sánchez nació en Córdoba en 1989. Es veterinaria de campo. Sus poemas han sido publicados en revistas y antologías como Apuestas (La Bella Varsovia, 2014). Colabora habitualmente en medios digitales y de papel sobre literatura, feminismo, ganadería extensiva y cultura y medio rural. Coordina el proyecto Las entrañas del texto, desde el que invita a reflexionar sobre el proceso de creación. Sus poemas han sido traducidos al francés, portugués y al inglés. Cuaderno de campo (La Bella Varsovia, 2017) es su primer poemario.
También puedes leerla en su blog: las entrañas del texto
Poética
escribir:
como la insistencia de un rebaño abriéndose paso entre la nieve
la misma insistencia
Biografía
una palabra
como el fantasma que asusta
y huye resbaladizo
—a veces se ríe como el niño que sabe que sus padres lo buscan y no consiguen encontrarlo—
una montaña
que crece y crece
se hace forastera
hermana y enemiga
infinita
un halo de luz
o el simple destello
que surge de una mano que comienza a escribir
(de Cuaderno de campo)
Instinto de
Algunas enfermedades hacen perder el sentido
de la huida al animal.
no estoy enferma
pero tampoco huyo
a lo mejor es que simplemente
quiero que me atrapen:
‘un cepo quizás es anestesia’
luego vendrá
la venda contra la herida
(de Cuaderno de campo)
Digo un color para la muerte un color para el dolor y un color y ella responde azul
Pregunte aquí cómo quitar una mancha y se encontrará siempre con la misma metodología. Aquí la genética y la lejía. Aquí el aguafuerte y la desinfección, porque aquí todas las manchas se quitan de la misma manera. Da igual la superficie o la carne, aquí la pureza viene del óxido y la química. Aquí la pureza duerme en la cal y en los nudillos rotos, en los nudillos manchados de sangre de tanto frotar. Sí: la sangre mancha menos mezclada con lejía. Sí: la sangre deja de oler si estoy empapada en lejía. Sí: la sangre olvida su color si la arrastro a la lejía. Sí: es fácil confundir el agua y la muerte si a ambos les doy el mismo color. Si a ambos les grito el mismo color. Sí, digo un color para la muerte un color para el dolor un color y ella responde azul.
(inédito)
mira, el ave está escribiendo
yo fui bendecido en dachau,
allí bendecían la comida,
la comida de los cuervos
Yoram Kaniuk
porque soñaba cuando venía el hambre y no la sed imaginaba parir dunas y rocas un águila recién hecha y caliente, placenta y plumas, pico y cordón umbilical, porque tenía hambre venía el sueño y le daba hijos al desierto, animales – mira el ave está escribiendo mira el ave está escribiendo y puedes leer funeral, mamá, funeral, papá, funeral – hermano, queríamos prepararte el nido con leche y con saliva, hermano, queríamos prepararte el nido y no bendecimos ni a la carne ni a la rapaz, hermano, queríamos prepararte el nido y sin querer te estrangulamos, traíamos ramitas en la boca, piedras en las manos, demasiadas venas trenzadas de plumas y sal.
(inédito)