Las nuevas zonas de Los Planetas

Los Planetas, aquella banda granaína que comenzó su andadura hace veinticinco años, está inmersa en plena gira por toda la geografía española. Aprovechando su tour, hemos decidido pegarle un repaso a su último disco: Zona Temporalmente Autónoma.

No es casual el título elegido por Jota (vocalista), Florent (guitarra), Banín (teclados) y Eric (batería), ya que hace referencia al ensayo homónimo de Hakim Brey. Según el mismo, las ‘Zonas Temporalmente Autónomas’ describen una táctica sociopolítca, consistente en crear espacios temporales que eluden las estructuras formales de control social, y es ahí donde residen permanentemente Los Planetas —al menos, en esencia. Esta banda, con un cuarto de siglo de historia y padres de la escena indie nacional, se ha mantenido siempre en su espacio intergaláctico paralelo, ajenos al tiempo y, contra todo pronóstico, unidos bajo la misteriosa voz de Jota.

En Zona Temporalmente Autónoma, Los Planetas vuelven a sus raíces, aceptando el paso de los años, pero no dejándose sacar de su propio viaje estelar. En este álbum mezclan su estilo más misterioso con numerosas influencias de los proyectos paralelos de sus miembros, especialmente de Los Evangelistas, y con un flamenco subrepticio. Siguiendo la voz de Jota, apenas inteligible en algunas canciones; las guitarras de Florent, que vuelve a demostrar toda su maestría tras los siete años transcurridos desde el anterior disco; y los ritmos marcados por Eric, Los Planetas nos llevan de viaje por el Sol, por los novísimos como el trap, pero también por la cultura andaluza, en los catorce temas que componen su particular Zona Temporalmente Autónoma.

El disco comienza con un tema llamado a ser un clásico: Islamabad, de 7:03 minutos, presenta una voz que se atreve con una clase de beefeos, hechos totalmente suyos y llevados a su propio estilo planetario. Este primer tema nos trae momentos de filosófico trance y reflexión psicodélica, sin dejar de lado la actualidad; no en vano, nos encontramos ante el trabajo más filosófico y reivindicativo de Los Planetas hasta la fecha. Islamabad  se presenta como la quintaesencia de unos Planetas que son capaces de atraer a nuevos y antiguos oyentes, y reconciliar a aquellas voces críticas con los últimos trabajos de la banda. Es el comienzo perfecto para un disco más maduro, que no echa en falta ninguna de las características más reconocibles de Los Planetas, y que nos hace caer enamorados, sin darnos cuenta, de sus 7:03 minutos de duración.

Una Cruz a Cuestas nos trae bonitos recuerdos de su álbum Una Semana en el Motor de un Autobús, pero dándole una nueva vuelta de tuerca, gracias a la influencia flamenca de Soleá Morente. En este tema, en el que rinden tributo a Enrique Morente a través de la voz de su hija, muestran la Andalucía más sentida con unos toques flamencos embellecidos por las guitarras de Florent. Esta tónica se sigue en las canciones Soleá, Seguiriya de los 107 faunos, Hierro y Níquel y Porque me lo digas tú, en las que, además, se vuelve a ver un Jota enamorado, sufriendo desamores, pero dispuesto a seguir y a esperar. Llama la atención que Hierro y Níquel trate este mismo tema con un sonido tremendamente melódico, lo que sirve como reafirmación de su estilo y convicciones más profundas, pero sin llegar a darle un sentimiento de gravedad, si no asumiéndolo como una parte inherente del ser. Porque me lo digas tú también sigue adentrándose en los clásicos temas “planetarios” con unas secciones de cuerda que ya estaban muy presentes en Una Semana en el Motor de un Autobús.

Libertad para el Solitario rompe ligeramente la sedosa melodía del disco, haciendo una parada en su viaje espacial de introspección, para volver a retomar el tema de protesta reivindicativa. Esta canción muestra su hartazgo con la situación sociopolítica actual, apoyada en unas letras irónicas y llenas de ingenio. Tras las siete primeras canciones nos encontramos con un resto del álbum, totalmente incontestable, que confirma a Los Planetas entre las más brillantes estrellas del firmamento musical.

La siguiente joya que aparece es La Gitana, que adapta un poema de Aleister Crowley tras su visita a Granada. La referencia a Crowley está llena de significado: como él, proclaman que todo está permitido y que la sociedad ya no es la culpable, si no que somos libres y autónomos, los únicos responsables de nuestros actos. Todo esto queda condensado en la frase «voy a hacer contigo todo lo que me de la gana», que, al igual que en un truco de magia, nos transporta, boquiabiertos, hasta Los Planetas primigenios, tan reconocibles en su disco del 2000, Unidad de Desplazamiento.

A partir de este punto el álbum toma también ciertos caminos pop, comenzando con Ijtihad, que puede recordar a los Pixies con su sencilla, pero divertida melodía, también reconocible en su EP Medusa de 1993. El momento más pop aparece efervescentemente en Espíritu Olímpico, en la que también participa el grupo La Bien Querida. De este corte pop, con la voz de Jota mucho más audible, y con claras reminiscencias a su gran disco Principios Básicos de Astronomía, es la canción Zona Autónoma Permanente. Estos temas hacen que el último disco se mantenga por sí solo con carácter propio, heredero de sus predecesores, pero desarrollado hasta una nueva dimensión. Hay una Estrella es un tema en acústico que sigue su propio camino, y nos guía, suavemente, hacia el final del disco con Guitarra Roja. El último tema, de 9:52 minutos, resulta un desenfreno psicodélico, con ciertos toques de músicas latinoamericanas y que, sorprendentemente, también funciona como canción protesta. En él piden que se implante la anarquía, siendo lo más sensato que se puede hacer, guiñándole un ojo a Crowley para terminar este enorme disco.

Zona Temporalmente Autónoma es un disco sólido, quizá no el mejor de Los Planetas, pero sirve para demostrar que aún siguen siendo una de las grandes figuras del indie. Cuentan con grandes canciones que mantienen el ritmo y el estilo a lo largo de todo el álbum, y quizá, lo más sorprendente, es que son capaces de mezclar infinidad de influencias, haciendo cada una de ellas reconocible, permaneciendo fieles a su estilo indie pero también flamenco, enraizado en su origen Nazarí. En este álbum, Los Planetas han demostrado que los siete años transcurridos desde el último disco no han pasado en balde y que sus temas siguen siendo capaces de transportarnos una dimensión más allá de la realidad.

Marina Patrón Sánchez

Estudié Periodismo y Derecho en la URJC, pero la Literatura y un Máster en la UCM salvaron mi vida. Ahora estoy pensando qué hacer con ella.

No Comments Yet

Leave a Reply

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.