BIOGRAFÍA DE CAROL ARCOS
Carol Arcos (Santiago de Chile, 1980) es Doctora en Estudios Latinoamericanos, ensayista y crítica cultural feminista. Actualmente, vive en San Diego, California. Su trabajo ensayístico ha versado sobre historia cultural de la literatura, la edición y la escritura de mujeres en América Latina; como también sobre feminismo, género y sexualidades, desde una perspectiva psicoanalítica. Ha publicado en revistas académicas y en medios masivos, así como en capítulos de libros colectivos. Entre sus obras más destacadas está la coordinación general junto con Grínor Rojo de Historia crítica de la literatura chilena (LOM, 2017). Aunque ha escrito poesía desde temprana edad, su primer libro Opacal (Ediciones Oblicuas) aparecerá a fines de este año en Barcelona.
POÉTICA DE CAROL ARCOS
No recuerdo momento en mi vida en que la escritura no me haya librado de la locura. Es decir, si no escribiera de seguro hubiera sucumbido ante mi misántropo laberinto vital. Mi textualidad poética indaga en esa opacidad del lenguaje, que lo acerca a la muerte para decir en mis enredos más íntimos —sobre todo aquellos que tienen que ver con la lengua materna heredada como cuerpo vuelto a componer una y otra vez— los modos en los que existo.
La poesía anuda mi deseo de desvarío y revuelta. Pienso mi escritura como una tópica propia de activismo feminista. Está llena de cuerpos y memorias de mujeres que se escabullen para desbaratar las simbolizaciones fáciles y rápidas. Aunque tengo otro libro anterior, Opacal será mi primer libro publicado. En él, por ejemplo, realizo una lectura-experiencia de la poesía de mujeres latinoamericanas mediante la utilización intertextual de figuras, imágenes, poemas e historias de poetas (Alejandra Pizarnik, Delmira Agustini, Soledad Fariña, Gabriela Mistral, Julia de Burgos). Esto me deja deambular por el sentido que adquiere la letra para mí como lectora y poeta. Un sentido que aparece turbio y modula mi vida diaria como mujer migrante.
La selección que presento para Temblor corresponde a los poemas que han ido cerrando ese territorio poético abierto por Opacal, pero que ahora corren un trayecto propio en relación con la extranjería, estado particular de la poesía.
POEMARIO: Ramadal
Traigo el vestido zurcido que tanto corazón pasa
tejer en verano
UN DESATINO
De infierno está hecha
lava rabia de atuendos MOLESTOS
consumo cónico sutura el aliento
De toda noche en nervio
se aqueja la brisa
que no entra que no puede de insomnios de tiempo
Toda manga de labios es herida
para remover la costura agargantada de mi ira
Por qué de arcilla la mañana me grita
Por qué de árboles el viento no responde
Por qué de torpeza la mirada no mira
RASTRO DE ELLA SOY
INOCU-
LA
ME
amplitud breve compone el día
eso soy, eso somos
del cabizbajo sonido que corre desbandado
sabemos poco
aunque posible es adivinar al aire desaprendiendo su oficio
es como un recuerdo que las ventanas ofenden
¿serán los cabellos sobre mis pechos deshechos
o las de mi cuerpo entero rasguñando mi vuelta?
quizás es solo la profana gala inexistente
la fiesta que no llegó porque me vio demente
RAMADAL es tu nombre nefasto en la huida
porque los respiros se asustan y no quieren volver
mi ojo aprovecha
atormenta las pieles aéreas
de tanto en tanto mi sino doblega
magenta mi rumor que ya no se oye
por allá
por de lejos
viene, lo sé
en tanto mueca dejo la habitación
me despido de mí en adolescencia
de ropajes está hecho el viento
pero bato su apatía
TANTOS AÑOS TANTAS DESCONFIANZAS TANTOS MISMOS SONIDOS
yo aquí por ahora en agua dormida
chapoteo en ramas tan vastas que marean
encorvo
vientre pecho hombros
atraviesa
tallo dentro tallo fuera
brota conmigo en sangre