Siete poemas inéditos y poética de Francisco García Castro

Francisco García Castro, natural de Estepona (Málaga), nació hace cuarenta y seis años. Desde la edad de los quince años es carpintero metálico. Es autor del poemario Balada del viejo bunk y otros poemas (Col. Monosabio, Ayuntamiento de Málaga, 2014) presentado por el premio Loewe de poesía, Álvaro García.  En 2017, Paco Cumpián – último tipógrafo malagueño- apuesta por su cuaderno El engorroso plumaje del colibrí espátula (Ed. Imperdonables), que fue presentado en el Centro Andaluz de las Letras en Málaga.

Ha colaborado en revistas como El hombre a caballo (Facultad de Filosofía y Letras de Sevilla), La Garbia (primera revista cultural de la Costa del Sol), Tántalo, El fantasma de la glorieta, Nagari, Alhucema o Azahar.

Ha ganado el primer premio “Crea Joven Estepona”, el accésit del premio José M. Valverde (Barcelona) y obtuvo el segundo premio en el certamen de “Poesía Mijas”.

POÉTICA

“El poeta es el intermediario entre las personas y el mundo en que viven y, también, entre las personas mismas; pero no entre las personas y otro mundo”.

Wallace Stevens

POEMAS

LA SILLA DE BETTE DAVIS

Bette Davis llegó a San Sebastián

A San Sebastián llegó Bette Davis

Festival de cine

 

Exigió una silla de ruedas

Para moverse por el hotel

Nadie pudo ver a “la Davis ”

en su silla de ruedas

 

La decadencia nos espera

Lo sabemos

Nos esperará,  es lasciva

Pero el ancla es tuyo

el ancla y varios adjetivos

Y nadie dijo

que tuviéramos que ser puntuales

y mucho menos

que tengamos que presentarnos

 

Bette Davis llegó a San Sebastián

“la Davis ”.

 

ELOGIO A LA TIERRA

 

Hecho de menos

el barro en la suela

 

RELATO ORIGINARIO

 

Sale la luna

uno de ellos

eran tres

abandona el lecho

Deja una nota

 

Sale la luna

el segundo mira la nota

y anhela significados

Nace la huella

 

Sale la luna

el tercero

el tercero

limpia desolación es

y le pone nombre a los derribos

 

Eran cuatro

 

La rana Rudibunda

presagiaba ya

palindrómicos cánticos

en una charca indolente.

 

ESTO ES UN HOGAR

 

Esto es un hogar

rodajas de vino

huevos de tinto

cebolla de pan

 

En la mesa de siempre

En la mesa de siempre

 

EL TEMPLO

No quiso entrar

No lo hizo

Quedó en el pórtico

 

Él, y una bolsa

de aceitunas partidas

 

Quedó en el pórtico

 

Si las aceitunas

están partidas

para qué

esa espada y su sintaxis?

 

LA ÚLTIMA PARTITURA DE SIBELIUS

 

¡quemad!

Quemad el exceso

El exceso no ama

 

Quemad el exceso

(Sibelius quemó su última partitura)

 

 

Se trata de agua

Es agua

Agua clara.

 

 

DE PALOMAS

Desde la terraza

de una cafetería

observo a un niño

Tarde otoñal

 

Da tumbos por la plaza

detrás de las palomas

Intenta agarrarlas

 

Utiliza viejas técnicas

sigilo suspiro desolación

Yo también fui niño

Y quise agarrar palomas

 

sigilo suspiro desolación

 

Nunca lo conseguí

Él tampoco

Tampoco

 

Arrullan las palomas

un secreto a voces

 

Mientras, el niño envejece.

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